Ayer, cinco miembros bipartidistas de la organización Veteranos por Hillary de Nebraska hablaron sobre por qué sabemos que Donald Trump no es temperamentalmente apto ni calificado para servir como nuestro Comandante en Jefe. Dijimos que Hillary Clinton es la elección obvia para ser nuestra próxima Comandante en Jefe. Su magnífica actuación en el foro del Comandante en Jefe de anoche confirma aún más esa opinión.
Ella entiende que el uso de la fuerza militar puede tener consecuencias mortales y graves. No toma a la ligera los sacrificios que hacen las familias de militares para defender nuestra nación. Ha estado en la Sala de Situación cuando es necesario. Ella escucha a nuestros generales y expertos militares.
Ella sabe que apoyar a nuestros veteranos es una responsabilidad sagrada. Tiene planes sustanciales para reformar el VA y garantizar un acceso confiable y constante a la atención médica de alta calidad que nos hemos ganado.
Donald Trump, por el contrario, demuestra repetidamente que carece del juicio y el temperamento necesarios para desempeñarse como Comandante en Jefe.
Ha faltado el respeto a nuestros hombres y mujeres en uniforme, menospreciado a los héroes de guerra, engañado a grupos de veteranos acerca de sus donaciones caritativas, llamado a nuestro ejército "un desastre", afirmado que sabe "más sobre ISIS que los generales", pidió el uso de la tortura, y hablamos abiertamente sobre el abandono de nuestras alianzas con la OTAN. Despreció a una familia Gold Star, elogió a hombres fuertes extranjeros como Vladimir Putin y se negó a descartar el uso de armas nucleares en suelo europeo.
No podemos confiarle los códigos nucleares, ni que dirija la fuerza militar más grande del mundo ni que cuide de nuestros veteranos.
El contraste es marcado. La elección es clara. Elija a Hillary Clinton como la próxima presidenta de los Estados Unidos.